La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía considera que 2007 ha sido un año marcado por la crisis de los sectores ganaderos; por polémicas propuestas comunitarias en sectores como el algodón o las frutas y hortalizas, por la aprobación de los Programas de Desarrollo Rural (PDR) y por la aplicación de medidas de gran calado como el nuevo sistema de seguridad social agraria.
El año que concluye fue crítico para los sectores ganaderos de nuestra comunidad, que continúan inmersos en la peor situación de los últimos veinte años, marcada por la bajada generalizada de los precios de los productos ganaderos y la escalada del precio de los piensos, a lo que hay que sumarle la incidencia negativa de las importaciones de terceros países y la enfermedad de la lengua azul, que afectó tanto al ganado ovino como al caprino. A ello habría que añadirle toda la incertidumbre generada en torno a la identificación electrónica de los pequeños rumiantes, con los intentos de imposición del bolo ruminal y la reciente propuesta de la Comisión Europea de establecer una moratoria a la fecha prevista para la implantación obligatoria de un sistema de identificación, que abre la posibilidad de buscar alternativas al bolo, teniendo en cuenta aspectos como la viabilidad técnica y escuchando el clamor de los productores para que se admitan otros medios alternativos que garanticen el bienestar de sus animales.
Todas estas cuestiones están pendientes de las decisiones y medidas que pueda adoptar el Ministerio antes de que concluya el año.
Otra de las cuestiones que han marcado el año 2007 desde el punto de vista agrario ha sido la subida del precio de los cereales, motivada por múltiples causas, entre las que se incluye el auge de los agrocombustibles pero, sobre todo, la bajada de los rendimientos productivos en países tradicionalmente cerealistas y el impulso del consumo de los países emergentes como China o India. Ese incremento del precio del cereal ha hecho posible que los productores reciban un precio razonable después de una dinámica de 20 años a la baja. No obstante, no ha sido ésta la causa principal de la subida de productos básicos como el pan, que se explica por las maniobras especulativas de los diversos agentes del mercado que, aprovechando la escasez de reservas, han provocado la subida del precio, algo que repercute directamente en los consumidores.
Mirando a Bruselas, 2007 fue un año marcado por la polémica, tal y como demuestra la propuesta comunitaria para modificar el régimen de ayudas del algodón que fue anulado el año pasado por el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea. A pesar de que la sentencia era clara, la nueva propuesta de la Comisión Europea sólo introduce cambios leves y mantiene el régimen de ayudas que fue impugnado a instancias del estado español y que, en la práctica, supone el desmantelamiento del sector algodonero andaluz. Los dos años de aplicación del régimen anterior han confirmado los peores augurios: reducción del 70% de la producción, de un 30% de la superficie cultivada, del 25% de los productores, del 63 % de los jornales en campo y del 42% del empleo industrial, así como una pérdida importante de la calidad.
Es probable que el nuevo reglamento se apruebe en el Consejo de Ministros de abril, bajo presidencia eslovena, por lo que se abre un período de negociación para el que COAG Andalucía sigue confiando en que las administraciones estatal y andaluza pongan en juego su capacidad negociadora para buscar una fórmula que permita mantener el cultivo y todo el entramado socioeconómico que implica. Para ello, esta organización recuerda que salvar la actividad es posible en el marco actual sin necesidad de un incremento del presupuesto europeo, dotando a los estados miembros de la posibilidad de gestionar de la mejor manera posible en su territorio el dinero que les corresponde (principio de subsidiariedad). Si la Comisión no escucha estos planteamientos, habrá que agotar la última vía disponible, de manera que 2008 podría ser el año en que se inicie un nuevo procedimiento judicial.
* Agua
En materia de agua, 2007 ha sido un año peor que el anterior.
El otoño de 2007 fue especialmente seco, con unas precipitaciones acumuladas muy por debajo de la media interanual. Esta circunstancia, además de repercutir directamente sobre la cantidad de agua embalsada, tiene consecuencias negativas para los distintos sectores, sobre todo el ganadero (la falta de lluvia provoca menor presencia de pastos y, por tanto, mayor gasto en piensos para alimentación).
También hay que destacar que en 2007 se ha producido el traspaso a la comunidad autónoma de las competencias en materia de recursos y aprovechamientos hidráulicos de las aguas de la cuenca del Guadalquivir que discurren íntegramente por el territorio andaluz. En opinión de COAG, esta circunstancia, unida a las competencias asumidas en 2004 y 2005 de la Cuenca Mediterránea Andaluza y la Cuenca Atlántica Andaluza, debería servir para mejorar la planificación hidrológica y de los recursos para la gestión de la sequía. En ese sentido, hay que destacar que en este año se han puesto en marcha tres nuevos embalses (Casasola, Andévalo y Rules), aunque la política sigue siendo coyuntural (se espera a momentos de sequía para poner en marcha las actuaciones de modernización de infraestructuras). Entre las cosas positivas, esta organización agraria destaca que los Planes de Sequía incluyen parámetros socioeconómicos para la toma de decisiones en la gestión de los recursos hídricos.
* Aceite y aceituna
En cuanto al aceite de oliva, la campaña 2006/2007 se caracterizó por una buena cosecha, de calidad y con estabilidad en los precios. Cabe destacar que en la última campaña se incrementaron las exportaciones en un 25%, moviendo un volumen de más de 1.000 millones de euros. Para la campaña 2007/2008, las expectativas de cosecha se sitúan en torno a 1.010.000 Tm, concretamente el 84 % de la producción estimada nacional (1.200.000 Tm). Se esperan, pues, unas producciones similares a las registradas en la pasada campaña, y por tanto algo inferiores a las previstas en los primeros avances realizados por la Administración. Los precios del aceite se mantienen estables en este mes de diciembre, en torno a las 415 pts/Kg, una cifra ligeramente a la baja que es normal en el período de campaña en que nos encontramos.
Por lo que respecta a la aceituna, en el pasado mes de abril se presentó, amparada por la Consejería de Agricultura y Pesca, la Interprofesional de Aceituna de Mesa Interaceituna, que comenzó su actividad el 1 de septiembre con el inicio de la campaña de verdeo, y que puso en marcha sus primeras campañas de promoción en el mes de noviembre.
* Remolacha
El año 2007 concluye sin haberse logrado un acuerdo sobre la reestructuración del sector del azúcar a nivel nacional. El gobierno central debe ahora establecer, mediante Real Decreto, las condiciones de reparto de las ayudas. El plan presentado por la industria anuncia el cierre de dos fábricas en Andalucía y la amortización de casi el 70 % de la cuota total de azúcar de la zona sur (de las 292.925 tn de cuota que había antes de la entrada en vigor de la reforma, se pasa a poco más de 200.000 tn). Esto supone prácticamente el desmantelamiento de la producción de la zona sur y su traslado a la zona norte.
Desde la publicación del nuevo Reglamento del Consejo referente a la reestructuración, en octubre, se han producido intensas negociaciones con la industria para conseguir precios rentables, lográndose un sobreprecio de 5 euros por tonelada aportado por la industria que sigue siendo insuficiente para los productores, porque deja el precio final en 37,82 €/tn. Por este motivo, las perspectivas para la campaña 2007/2008 no son halagüeñas. Si ya durante la 2006/2007 la superficie sembrada descendió alrededor de un 30% respecto a la campaña transitoria, para la actual se espera un nuevo descenso de, al menos, el 50% de la superficie respecto al dato anterior. Ante esta situación de falta de rentabilidad, COAG reclama que el proceso de reestructuración del sector se desarrolle en la campaña 2008/2009, frente a la petición de Industria de retrasarlo a la campaña 2009/2010, año en que se liberalizará el mercado del azúcar y, por tanto, será posible traer azúcar bruta para refinarla en la zona sur. Entre los apuntes positivos, destaca el hecho de que la Consejería ya haya aceptado la petición del sector productor de tomar los años del pago único como período de referencia para la reestructuración, aunque sigue pendiente la petición de COAG de fijar un reparto lineal de los fondos entre todos los productores, los que abandonen la actividad y los que continúan en ella.
* Desarrollo rural
Por lo que respecta al Desarrollo Rural, este año hemos entrado en el nuevo período de programación 2007-2013, y como suele ser habitual el primer año del marco comunitario de apoyo se ha perdido. Entre las cosas negativas, hay que destacar que el aumento del presupuesto para los programas de desarrollo rural se realiza a costa del primer pilar de la PAC. Entre las cuestiones positivas, sobresale la aprobación del Marco Nacional de Desarrollo Rural, que incluye algunas consideraciones de gran importancia, como la consideración prioritaria de los agricultores profesionales y los aspectos ambientales de las distintas medidas; la inclusión como cuestiones horizontales de la incorporación de jóvenes y la medida de infraestructuras (regadíos y caminos); la incorporación del Contrato Territorial de Explotación; la priorización de la conversión a ecológico y el fomento de la producción integrada, y el hecho de que las OPAS deban estar representadas en los órganos de decisión de los distintos Grupos de Desarrollo Rural.
* Frutas y hortalizas.
El año 2007 fue para el sector de frutas y hortalizas el de la aprobación de la reforma de su OCM, que entrará en vigor el próximo 1 de enero. Entre las cuestiones fundamentales que incorpora, destaca la introducción de un período transitorio para el tomate transformado y los cítricos, durante el cual las ayudas estarán vinculadas a la producción, una cuestión que COAG considera positiva, aunque no es más que la antesala hacia el desacoplamiento, en el que las ayudas serán totalmente otorgadas por superficie y el 100% independientes de la cosecha. Esto ya ocurrirá, a partir del 1 de enero, con el resto de las frutas para transformación, como es el caso del melocotón.
Otra novedad positiva que incorpora esta reforma es el mantenimiento de la prohibición de cultivar frutas y hortalizas y patata en las tierras de pago único durante un periodo transitorio, hasta el 31 de diciembre de 2010. La excepción es el tomate transformado, cultivo para el que se levanta totalmente la prohibición.
Entre las cuestiones negativas, hay que remarcar que la reforma borra de un plumazo el sistema de retirada para gestionar las crisis, ya que, aunque sobre el papel se mantienen unos sistemas de gestión de las mismas, en la práctica esas medidas se vinculan exclusivamente a los agricultores que están en las OPFH, que siguen siendo una minoría, y que no son los únicos implicados en las crisis ni pueden, por tanto, ser los únicos encargados de resolverlas.
Desde COAG consideramos que con esta reforma de la OCM de frutas y hortalizas se ha perdido una oportunidad para defender el sector hortícola, el que más directamente está abocado al mercado. Además, esta organización considera que la reforma debería haber incluido medidas más eficaces de control para resolver una cuestión que afecta tan gravemente a los profesionales andaluces como son las importaciones.
* Apicultura
En el caso de la apicultura, 2007 fue un buen año en cuanto a la producción, ya que se han recuperado unos niveles productivos normales después de varios años con malos resultados. No cabe decir lo mismo de los precios, que siguieron registrando índices muy bajos. Entre las cuestiones positivas, cabe destacar el impulso a la actividad apícola que supone la inclusión de dicha actividad dentro de las ayudas agroambientales que establece el Programa de Desarrollo Rural Andaluz. Cuestiones negativas siguen siendo las importaciones de miel de terceros países que amenazan a los productores andaluces y la incidencia del síndrome de despoblamiento de colmenas, cuyas causas siguen investigándose.
* Un hito histórico: el nuevo sistema de seguridad social agraria
El balance del año que concluye no estaría completo sin la mención al nuevo sistema de seguridad social agraria, una reivindicación histórica de COAG, que permitirá dotar a los profesionales de sector de un sistema de protección social digno. El nuevo modelo crea un Sistema especial para el sector agrario, que se encuadrará en el marco del RETA, Régimen de Trabajadores Autónomos, pero contemplando una serie de especificidades que COAG ha planteado desde siempre, como son el carácter multifuncional de la actividad agraria y el mermado nivel de renta de los agricultores/as y ganaderos/as, que no superan el 58% del nivel medio de renta del Estado español. Alrededor de 70.000 andaluces se beneficiaran de este acuerdo, con incrementos notables de pensiones y prestaciones.
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