La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) apuesta por una mayor prevención y control de las «enfermedades animales de alto impacto» por parte de los gobiernos para ahorrar miles de millones de dólares a las arcas públicas y privadas.
En un comunicado de prensa divulgado ayer, la FAO alerta sobre el peligro que pueden suponer las enfermedades animales no sólo para la salud humana, sino también para los medios de subsistencia de la población mundial.
Por ello, la FAO pidió dinero a sus donantes para la iniciativa One Health («Una salud») que está desarrollando junto a la Organización Mundial de Sanidad Animal y a la Organización Mundial de la Salud, para luchar contra los brotes de enfermedades animales.
El uso que se hace de las tierras, el cambio climático y la expansión del comercio son algunos de los elementos que dificultan la lucha contra esas enfermedades.
Esos tres nuevos desafíos, indica la FAO, están también relacionados con el aumento de la urbanización y el pujante crecimiento de la demanda urbana de carne, leche y huevos, que hizo que en 2008 se criaran más de 21.000 millones de animales en todo el mundo para producir alimentos.
Esta cifra, que se prevé que aumente un 50% de aquí a 2020, aumenta el riesgo de que se registren enfermedades animales de alto impacto con graves consecuencias económicas.
«En las décadas que vienen se anticipa un aumento sustancial de los costos de estos patógenos para la salud humana, animal y vegetal, así como de sus costos económicos en general», afirma en la nota Juan Lubroth, jefe del Servicio Veterinario de la FAO.
«No es ciencia ficción, las amenazas son muy reales. A lo largo de toda la historia se han producido epidemias pecuarias mortales y económicamente devastadoras, pero no cabe duda de que se están presentando nuevos patógenos y se están propagando. Lo bueno es que con las políticas correctas es más fácil detectarlos y detenerlos», agrega.
La FAO recuerda que en el Reino Unido el brote de fiebre aftosa de 2001 supuso un costo público y privado de entre u$s 25.000 y u$s 30.000 millones, mientras que los brotes del síndrome respiratorio agudo y grave (SRAG) les ha costado a China, Hong Kong, Singapur y Canadá entre 30.000 y 50.000 millones de dólares.
En los países en desarrollo, las «enfermedades transfronterizas de los animales representan una amenaza directa para la seguridad alimentaria, la nutrición y los ingresos de las comunidades rurales que viven del ganado», explica la organización de Naciones Unidas en el documento.
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