ESPAÑA
Garantías
Saneamiento ganadero
La organización sigue reclamando un enfoque nuevo para las zonas de montaña.
03/01/2012 ASAJA Castilla y León

ASAJA de Castilla y León ha pedido a la Consejería de Agricultura y Ganadería que antes de iniciarse la campaña de saneamiento ganadero de 2012 informe al sector de los criterios técnicos que se van a seguir y de los presupuestos existentes para la misma, tanto para su ejecución como para afrontar las indemnizaciones por sacrificio y ayudas a la reposición que han de abonarse a las explotaciones.

Dado el momento financiero actual, ASAJA considera que es fundamental, antes de la campaña, que habitualmente comienza en el mes de enero, que la administración deje claro qué dinero hay para afrontarla con éxito. “Es necesario que los ganaderos sepan a qué atenerse desde el principio, porque aquel al que le toca asumir sacrificios de animales tiene que saber que contará con un mínimo apoyo para remontar e impulsar de nuevo su explotación”, destaca la OPA.

La expectación del sector ganadero de montaña ante esta nueva campaña de saneamiento es, como se ha comprobado esta semana en las dos jornadas organizadas por ASAJA en Riaño (León) y Cervera de Pisuerga (Palencia) es grande. El desaliento es total en profesionales que ven que, tras casi veinte años de campañas, no es posible controlar enfermedades como la tuberculosis, patología que contra toda lógica está en alza. Un hecho que sólo se explica por el aumento de los censos de fauna silvestre, unos animales que no están sometidos a ningún control.

ASAJA ha pedido en estos encuentros que la Junta de Castilla y León admita de una vez por todas y tal como ocurre en otras comunidades autónomas e incluso países europeos que no es posible una sanidad ganadera si no se considera y planifica una sanidad animal global, para domésticos y silvestres, puesto que comparten el mismo espacio y las infecciones siguen. “Puede que cuantitativamente esas granjas de montaña, de las zonas periféricas de toda la región, pasen desapercibidas en las estadísticas, pero detrás está en juego el trabajo de habitantes de pequeños pueblos donde otra actividad no es posible”, concluye la organización.